Dejamos atrás el río Orbigo para adentrarnos poco a poco en las montañas leonesas y a la vega del río Tuerto. El camino nos acerca a Astorga, la antigua Asturica Augusta romana puerta de entrada a las tierras del noroeste ibérico, una breve paseo en el que visitamos las ruinas romanas, el palacio episcopal obra de Gaudí, la catedral de estilo gótico…una ciudad impresionante por su historia; me voy con la sensación de dejarme algo olvidado y por ver, regresaré pare recogerlo en otra ocasión.
Continuamos nuestro camino , se empina poco a poco, pasamos por Santa Catalina de Somoza, El Ganso, Rabanal del Camino, aquí comienza realmente la subida a Foncebadón, subimos a muy buen ritmo, solo entorpecido por algún pinchazo que otro, arriba del puerto cumplimos con el ritual de tirar una piedra a la base del poste de la” cruz de hierro” y hacer las fotos típicas. Bajando el puerto, primero de forma tímida, con algunos repechos de cierta importancia, encontramos el albergue de Manjarín regentado por unos pseudo monjes que dan la nota de color en estas montañas.
Otro problema mecánico, esta vez le toca a Diego pinchar, nos obliga a bajar por carretera, las bicis parecen decir basta a tanta piedra como tiene el camino. Paramos a comer en El Acebo, en un restaurante-albergue donde la comida es buena y el vino aceptable. Queda poco para terminar la jornada de hoy, que acortamos para recuperarnos de las largas travesías castellanas, después de comer seguimos camino hasta Molinaseca donde terminaremos la jornada por hoy.
El pueblo tranquilo y coqueto situado en la falda de la montaña, tiene unas estupendas piscinas naturales en el río Meruelo para pasar la tarde bañándonos y tomando el sol. Encontramos albergue en un chalet situado en la salida del pueblo, terminar la jornada pronto nos permite hacer la colada, reparar pinchazos, limpiar las bicis y hasta prepararnos un estupendo plato de pasta para cenar.
Escrito por villaviciosabtt 
Villaviciosa BTT 