Etapa 7. Ledigos – Hospital de Orbigo. 110Km.

Madrugamos poco , para los peregrinos las siete de la mañana es tarde, el cansancio comienza a acumularse, además el albergue resulto ser bastante confortable. Pasadas las siete abren el bar, el habitual desayuno, un rato de relax antes de partir. Con el sol a nuestras espaldas pedaleamos entre campos de girasoles y cereales, el terreno es muy llano.

El primer tramo nos lleva hasta Sahagún, encrucijada del Camino Francés con el de Madrid y punto de entrada en la provincia de León, destacar su albergue de la orden de Cluny – introductores del arte románico en el camino –  de arquitectura austera y sencilla su interior bien acondicionado lo conozco de la anterior peregrinación, muy acogedor.

Continuamos por un terreno llano, el camino discurre paralelo a una carretera comarcal durante gran parte de su trazado, hoy rodamos casi todo el día por asfalto. Bercianos del Real Camino, Burgo Ranero, Reliegos, Mansilla de las Mulas, son poblaciones que atravesamos sin pararnos, tenemos fijado llegar a la capital leonesa lo antes posible.

 La entrada en la capital es caótica, como casi siempre, entramos por una zona industrial donde el camino discurre por una amplia acera con innumerables cruces que lo hacen peligroso. Una fuerte subida,  una bajada pegada a la autopista, y entramos en el casco antiguo no sin dificultad, preguntando. La visita a la catedral, obligada, tiene las mejores vidrieras de todo el camino deslumbrando al peregrino el colorido y luz interior de la seo.

Salimos de León con algún que otro problema para encontrar “el camino”, es la hora de comer y paramos en Virgen del Camino, en un restaurante pegado a la carretera. Después de la opípara comida llega el “momento siesta”, y la elección del lugar idóneo para su ejecución. Justo enfrente del restaurante está la entrada del Real Aeroclub de León,  con unos jardines bien cuidados y con suficiente sombra, no lo dudamos, traspasamos la puerta y nos acoplamos en el césped bajo los árboles.

El tramo a Hospital de Orbigo empieza a marcar la diferencia, abandonamos poco a poco el solitario páramo leones acercándonos a las ricas vegas del Orbigo y su comarca. El Puente, famoso entro otras cosas por las justas que mantuvo el caballero don Suero de Quiñones con otros nueve caballeros leones, y que inmortalizó don Miguel de Cervantes en “El Quijote”. Hoy nos quedan los juegos que se celebran a orillas del río y que rememoran este hecho.

Hoy terminamos nuestra peregrinación en el confortable alberque “San Miguel”, cómodo y pintoresco por su colección de pinturas realizadas por los propios peregrinos.

 

Deja un comentario